Desde su comienzo, mi trabajo ha sido una herramienta de introspección que me ha permitido navegar entre mis emociones, mis obsesiones y mis conflictos internos.

Siempre he sentido que cada obra de arte me ofrece una oportunidad de tener una visión mucho más amplia y profunda de mi proceso de evolución personal, emocional y espiritual. Por tanto, en mi labor artística he intentado crear imágenes metafóricas de estados emocionales que me han permitido hablar de realidades tan ciertas como intangibles. Imágenes que invitan a ser examinadas a través de una contemplación profundamente emocional, que posicionan al espectador frente a su propia realidad. Lo invitan a conectar a través de ellas con su propio yo, permitiéndole tener otra percepción del mismo, otra forma de comprenderlo y modificarlo.

Una reflexión sobre la memoria como dolor, la paradójica historia familiar como pilar y nido de fosilizadas e irreparables erosiones incorpóreas. La inmersión en este intricando y complejo mapa interior con el deseo de que la imagen exprese lo imperceptible. Estos trabajos son un intento, íntimo y muy personal, de dar cuerpo a los fantasmas que me perturban para que el espectador pueda identificar a través de mis fotografías los que a él mismo le inquietan.

Mar León